Mientras el Gobierno anunció la realización de un catastro en las zonas afectadas por las heladas y las lluvias, representantes de los agricultores hacen un llamado a ver el tema como un “problema país”.
US$ 200 millones, con un valor dólar bordeando los $800, es la cifra que el ministro de Agricultura, entregó para englobar los daños económicos del sector, lo que reafirma el mal momento por el que pasa la agricultura nacional.
Una realidad preocupante que afectará el bolsillo de todos los chilenos, pues las expectativas de los economistas para el IPC de julio no son muy auspiciosas. Expertos sostienen que seguirá al alza la inflación, producto de los efectos del "terremoto blanco" que afecta a la agricultura.
Frente a estas proyecciones, el titular del Agro indicó que se está trabajando por "reponer a la brevedad las estructuras productivas, por cuanto hay una serie de transferencias de costos de producción que de no ser así se transmiten a través del IPC a los consumidores y generan efectos macroeconómicos indeseables".
Recursos insuficientes
Dentro de la ayuda que destinó el Gobierno figuran 7 mil millones de pesos para pequeños agricultores, más de mil planes de empleo para la Tercera, Cuarta y Quinta región. Sin embargo, esta mañana el presidente de la Confederación Nacional La Voz del Campo, las calificó de oportunas pero insuficientes para el sector.
"Las ayudas hasta aquí han sido oportunas, pero insuficientes, porque es un problema país. Deberían concurrir otros presupuestos de más volumen para atacar este problema", señaló a radio Cooperativa.
El dirigente de la confederación, que reúne a 10 mil pequeños agricultores, hizo un llamado a instaurar otro sistema de seguro agrícola para estos casos, "Nosotros todos los años sufrimos daños, con diferentes catástrofes y es un tema de alto riesgo, por lo tanto debería instaurarse un seguro contra catástrofes más estable y permanente", apuntó.
Para el representante gremial la ayuda para los agricultores se debe centrar en entregar mayores medidas como aporte al fomento, más créditos a corto plazo y recuperar las infraestructuras dañadas.
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